En plena pubertad

La primera vez que fui a un bar tenía 15 años. En aquella ocasión, uno de mis amigos mas cercanos había cumplido 18 años hace algunos meses y por esa fecha ya tenía su cédula, así que me regaló su contraseña para poder pasar como mayor de edad: solo debía cambiar cuidadosamente la foto y aprenderme todos los datos. Ah, y además me dio su tarjeta de identidad vencida.

Llegamos, titinos, guapísimos, listos para ir a por ello, fieras de la selva de cemento, arriesgados, entregados a la noche. Mentira… yo estaba muerto del susto por que me llegaran a pillar, pero puse mi mejor cara y me acerqué al bouncer.

El tipo preguntó hasta por la hora de ir al baño. TODO lo de la contraseña lo preguntó y luego me pidió un documento de respaldo, así que le otorgué mi nueva tarjeta de identidad vencida 😂. De un momento a otro, después de algunas preguntas repetidas como mi fecha de nacimiento y tipo de sangre, me pregunta por el numero de la T.I. Eso jamás lo estudié. Yo titubeaba y respondía nerviosamente el por qué ya «no la recordaba» así que me mira, me espicha las mejillas como las tías y me dice:

Yo veré ¡se porta juicioso!

Y me dejó entrar. Ese día me emborraché terriblemente, pero todo terminó muy bien. Bailé, gocé y me divertí mucho. Gracias señor bouncer, me porté muy juicioso.

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